jueves, 19 de junio de 2014

Retratos por encargo

¿Por qué una pintura, en este caso concreto un retrato, es un regalo magnífico, si no el mejor regalo posible?

Hace poco tiempo me preguntaron, Sr. Serra ¿por qué usted considera que un retrato es el mejor regalo que se puede hacer?.


He estado reflexionando sobre la pregunta y madurando la respuesta durante un período de tiempo prudencial. Un tiempo que me permitiera aportar una opinión personal con la mayor objetividad posible. Y he encontrado una definición de retrato que me permite dar una respuesta sencilla, concreta, objetiva y plena de contenido.

Retratos por encargo, Álvaro Peña y FernandoJiménez
Retratos por encargo de Álvaro Peña y de Fernando Jiménez

Así, el Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua define retrato:
“1. m. Pintura o efigie principalmente de una persona.
2. m. Descripción de la figura o carácter, o sea, de las cualidades físicas o morales de una persona.
3. m. Aquello que se asemeja mucho a una persona o cosa.”

La RAEL habla, en primer término, de pintura. Por tanto, la esencia de un retrato es ser pintura como representación artística. Regalar un retrato, es obsequiar a alguien con arte, no con cualquier objeto. Es una demostración de sensibilidad, de un sentimiento con evidentes tintes de amistad, amor, proximidad, cariño, etcétera. hacia la persona objeto del regalo. Sentimientos que aúnan arte y amistad.

En segundo lugar, un retrato no pretende ser una instantánea de un momento preciso. Sino un reflejo de la figura y del carácter de la persona retratada. No busca un momento concreto, sino escrutar en el interior de la persona retratada en aras de plasmar su auténtico ser. Se pretende destacar unas características perennes en el tiempo; aquello signos que definen lo que comúnmente se determina como “personalidad”. Un conjunto de rasgos físicos y espirituales que conforman la individualidad personal.

En tercer lugar, se define como algo que se asemeja mucho. No se pretende lograr una fotocopia, que no es más que una imagen fría, carente de toda manifestación artística. Sino de indagar en esos recónditos lugares que todos guardamos en nuestro interior, y hacerlos aflorar, para conseguir una representación auténtica de la persona objeto del retrato.


Retratos por encargo, Gloria Morán Mayo y Ángeles Tovar
Retratos por encargo de Gloria Morán Mayo y de Ángeles Tovar

A todo ello tenemos que añadir la idea de perdurabilidad en el tiempo. Queremos regalar algo que tiene vocación de permanencia en el tiempo. Algo que dure. Que no sea efímero. Queremos que sea una manifestación, un recuerdo, un homenaje “para siempre”.

El arte transciende el tiempo. No es algo etéreo. Más bien adquiere su apogeo con el paso del tiempo. Madura con el tiempo; y cuanto más tiempo pasa más sentido tiene.
Al amor, el cariño y la amistad les pasa lo mismo. También maduran con el tiempo. Y cuanto más tiempo pasa más auténticos son.

Retratos por encargo, Pascual Aranda y Jose Miguel Alguer Romero
Retratos por encargo de Pascual Aranda y de José Miguel Alguer Romero

Es por todo ello amigos lectores que opino que regalar arte es el mejor regalo posible. Y regalar un retrato es la forma de individualizar la idea general de obsequiar con arte.


Retratos por encargo, Tersa Muñoz y Severino de Llanza
Retratos por encargo de Teresa Muñoz y de Severino de Llanza

Seguro que cualquiera de vosotros que tenga un retrato de sí mismo, o de un ser querido, cada vez que lo mira no hace ostentación de vanagloria, sino que se acuerda más del noble sentimiento con el que se lo regalaron, y no me cabe duda que esbozáis una sonrisa de gratitud por el retrato y por el magnífico recuerdo de la persona que os lo regaló.

Definitivamente, un retrato es el mejor regalo posible.
Antonio Serra Junior


martes, 10 de junio de 2014

Carmen Alquezar Valero

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Carmen Alquezar Valero, pintora. Residente en Tarragona (España)    

Contacto:  https://carmenalquezar.com/
Sala de exposición virtual de pinturas de Carmen Alquezar Valero
Exposición de pinturas de Carmen Alquezar Valero
Exposición virtual con algunas obras de Carmen Alquezar Valero


Algunas pinturas, dibujos y retratos de Carmen Alquezar Valero

Título:      "Bodegón"
Técnica:   Mixta (Óleo sobre temple de huevo)
Medidas:  60 x 73 cm

Bodegón,pintura  de la pintora Carmen Alquezar Valero
Pintura de Carmen Alquezar Valero

Nos encontramos ante una obra de estilo clásico surgido de los pinceles de Carmen Alquezar Valero. El bodegón clásico encierra un sinfín de argumentos para ser considerado como temática básica para el crecimiento como artista.


Afincada en Salou (Tarragona), la pintora oscense compagina sabiamente las tareas educativas como profesora de dibujo y pintura, con las propias creativas, en las que predomina sobremanera la composición de estilo hiperrealista; la autora siempre se ha definido como amante del retrato, pero es evidente que su calidad técnica y su sensibilidad también tienen un magnifico reflejo en sus obras de corte clásico.

Así nos obsequia con este clásico bodegón, en el que resaltan claramente los juegos de luces y sombras, los contrastes entre opacidades y estructuras translúcidas, todo ello partiendo de una notable técnica pictórica. Para conseguir esta magnífica y muy elaborada naturaleza muerta ha utilizado la técnica del temple al huevo, considerada por muchos como la técnica más antigua que se conoce. Con ella consigue que este tipo de trabajos tan detalladamente elaborados tengan un resultado final sobresaliente.

El temple permite conseguir unos efectos luminosos sorprendentes, como los que nos muestra Carmen Alquezar, partiendo de unos tonos más oscuros para llegar a los más luminosos, rematándolo con ciertos toques velados de óleo.

En cuanto al estudio de la luz, esta composición evoca épocas remotas. Sin querer, en la mente de todos los artistas fluyen reminiscencias de la luz del románico. Carmen Alquezar nos abre la luz, que entra por la parte derecha de la obra, ofreciendo un frescor y vigor a la pintura logrados gracias a la suma de las diversas individualidades que componen el bodegón. Cada objeto tiene protagonismo propio. El mantel, los jarrones, las frutas, el recipiente de cristal que aparece en un segundo plano pero que aporta el equilibrio y trascendencia a la obra.

Hay momentos en los que los ojos del espectador agradecen, ante tantas extravagancias, un merecido y conseguido momento de paz visual.
Antonio Serra Junior

Título:     "Autorretrato"
Técnica:  Mixta (Óleo sobre temple)
Medidas: 100 x 81 cm

Autorretrato,pintura de Carmen Alquezar Valero
Una constante, sino en todos, si en casi todas las pinturas clásicas con temática de retratos o autorretratos es la hacer uso de un fondo oscuro, predominando el fondo totalmente negro, o aplicando grises o pardos muy oscurecidos, en la mayoría de las obras.

Carmen Alquezar Valero se suma a esta tónica pictórica en esta obra. Vemos que sigue las pautas maestras de la estructura clásica en la composición de la misma. Tonos oscuros al fondo, posado en escorzo con la mirada y el tronco girados hacia la derecha, y una luz difuminada que entra por el mismo ángulo, para lograr resaltar una mirada llena de profundidad y de magnetismo.

Es de destacar la lograda luminosidad de la piel, que llega a tener un acabado aterciopelado; lo que da lugar a unos matices cargados de sensibilidad combinados con una mirada profunda y un toque sutil de color en los labios.

El conjunto logrado es una mezcla de técnica, sensibilidad y carácter. Todo ello en aras de lograr dar vida propia a este autorretrato. Tal vez, en este caso concreto, la autora juegue con cierta ventaja, pues nadie mejor que ella para dar las pinceladas concretas que mejor definan los rasgos de su personalidad. Pero no por ello tiene menor mérito. Estimo, muy al contrario, que decantarse por un autorretrato es una manifestación de valentía por parte de cualquier artista. Poner en evidencia tanto los aspectos destacados, como los elementos negativos de uno mismo, es una tarea ardua y compleja. Desnudar tu piel y tu alma es un ejercicio pleno de madurez, de sensibilidad y de entrega al espectador.

Solamente este motivo ya sería más que suficiente para alabar esta obra de Carmen Alquezar.
Antonio Serra Junior

Título:       "Ariadna"
Técnica:    Mixta: óleo sobre acrílico
Medidas:   114 x 146 cm  

Ariadna,retrato de Carmen Alquezar Valero


Título:      "Maria"
Técnica:   Óleo sobre lienzo
Medidas:  148 x 73 cm  

María, retrato de Carmen Alquezar Valero



Título:       "Dos poses: Alicia"
Técnica:    Carboncillo sobre lienzo
Medidas:   50 x 80 cm  

Dos poses Alicia,obra de Carmen Alquezar Valero


Titulo:     "Eva"
Técnica:   Óleo sobre lienzo
Medidas:  65 x 81 cm

Eva,retrato de Carmen Alquezar Valero
Una vez terminada la entrada de la pintora Carmen Alquezar Valero, deseo recordarle que la artista vende alguna de estas obras sin intermediarios y también realiza obras  y retratos por encargo. Si usted está interesado/a en su obra, en ampliar información o en realizar un encargo no dude en consultar directamente con ella, a través del enlace situado en la parte superior de esta entrada, bajo su nombre.


martes, 3 de junio de 2014

Arte y coleccionismo

El coleccionismo de Arte ha ido evolucionando en los últimos años; el mercado del arte español cayó un 33% en los últimos seis años según La Fundación Arte y Mecenazgo, con un ligero repunte en el pasado año 2013. La caída de las ventas provocada por la crisis económica y la burbuja del arte son los dos principales causantes de esta situación.

Sin embargo, lo expuesto es aplicable a las grandes firmas internacionales: compras millonarias que tienen por finalidad, en la mayoría de las ocasiones, la mera especulación.

En los últimos años el coleccionismo está dando un giro positivo: importantes galerías, cuyo negocio se generó en base a la mera especulación, han desaparecido; la persona amante del mundo y cultura artísticos cada vez tiene una mayor formación en materia artística; internet está sirviendo para conectar, nacional y transnacionalmente, a los nuevos coleccionistas con artistas de todo el mundo.

coleccionismo y arte, pintura
Los nuevos coleccionistas, fundamentalmente personas de clase media o media-alta, inician su colección con piezas de artistas que, teniendo una buena trayectoria, tienen precios asequibles y eligen las obras en función de sus propios criterios artísticos y estéticos. Saben lo que les gusta y lo que quieren. La influencia que ejerce sobre ellos la opinión del galerista o experto, cada vez es menor.

La imposición tácita de los gustos del “experto en arte” sobre el nuevo coleccionista es inversamente proporcional al nivel cultural de este.

Lo más importante antes de adquirir una obra, es que a uno le enamore. Si la pieza está en consonancia con nuestro gusto estético, valores culturales, mundo emocional, etc., no cabe duda que es la indicada para nuestra colección. El tiempo y las actividades artísticas del artista se ocuparán de que esa pieza se revalorice. Pero en cualquier caso, tendremos una obra que siempre nos gustará.

Comprar para especular con obras de arte es una actividad para especuladores, no para aquellos que amamos el arte. El coleccionista que va creando su colección lo hace por amor y pasión hacia esas obras que ha ido eligiendo meticulosamente, para poseerlas y admirarlas, nunca para deshacerse de ellas en una operación especulativa.

Es obvio que los aspectos mercantilistas que rodean al mundo del arte pueden llegar a producir un efecto envilecedor nocivo para el arte. Pero, sin llegar a puntos de vista extremos, no hay que negar que el coleccionismo también se rige por el aspecto inversor. El coleccionismo bien entendido y bien gestionado, lleva aparejado consigo un fenómeno garantista nada despreciable; muy al contrario, el coleccionismo de arte probablemente sea la mejor manera de generar un patrimonio estable y a salvaguarda de vaivenes de modas estrambóticas.

Una acertada colección de artistas con un futuro prometedor aúna los dos elementos que rigen los destinos de cualquier persona: corazón y cabeza. Sensibilidad y pasión. Pero también formación e información. Las decisiones por parte del coleccionista, en cuanto a las obras a adquirir, han de reunir elementos pasionales con motivaciones basadas en un criterio formando a través de información objetiva; y todo ello tendrá como resultado el disfrute del arte y la obtención, porque no, de una salvaguarda patrimonial.

Por otro lado, me gustaría aprovechar este momento para decir que el coleccionismo empieza por visitar las exposiciones, ya sean de mayor o menor categoría, por hacer un seguimiento personal de la evolución creativa de los artistas, evitando, en la medida de los posible, las opiniones vertidas por “gurús” con un sobre dentro de la chaqueta.
Antonio Serra Junior