Merecido reconocimiento
por parte del jurado en la trigésima sexta edición de este prestigioso Certamen
de Pintura Emilio Ollero convocado por la Diputación de Jaén, a través del Instituto de
Estudios Giennenses, valorando el buen hacer del pintor Manuel Castillero Ramírez
que se ha alzado con el Primer Premio de Pintura por su obra “Der Abschied”.
Este año, el certamen ha repartido
un total 19.000 € en varios premios, correspondiendo a nuestro ganador los 10.000
€ del Primer Premio, dotación interesante en esta época de “vacas flacas para
el arte”.
Los pinceles de Manuel
Castillero dominan tanto el paisajismo como la naturaleza urbana; la obra de
ejecución lenta, laboriosa, como la rápida (habiendo ganado también muchos certámenes de pintura rápida), dentro de un estilo realista que va evolucionando
hacia un estilo más comprometido con el que expresa los miedos, temores o incertidumbres
de la sociedad actual, o del propio artista inmerso en la idiosincrasia de nuestra sociedad.
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La obra premiada "Der Abschied" Foto crédito: Archivo Diputación de Jaén |
Acostumbrados a ver en películas los desastres apocalípticos afectando a las ciudades de Hollywood y New York, Manuel Castillero lleva al lienzo este escenario a Madrid, cuyo centro ha sido destruido quedando en pie únicamente el Edificio Grassy (distribuidor oficial de la marca Rolex, cuyo colosal letrero ha desaparecido), ubicado en el número 1 de La Gran Vía madrileña.
En su obra el agua ha arrasado la urbe más poblada de
España. Al fondo asoma la frondosa naturaleza, como reclamando su lugar, como
denunciando el ecocidio al que ha sido sometida por la humanidad a lo
largo del tiempo.
Cinco niños, el futuro, centran el primer plano. Los que se
encuentran de pie observan aún la destrucción devastadora. Delante dos jóvenes dan
la espalda al desastre; uno lee… ¿qué lee? Y a su lado la niña que nos mira a
los ojos: la denuncia. No hay llanto ni desesperación a pesar del caos que
refleja la obra. Los niños, en cuclillas, inspiran aceptación de su situación,
resiliencia y búsqueda de soluciones en
un futuro por construir.
“Der Abschied” es el
riesgo de una despedida del mundo tal y como lo conocemos, advierte la
proximidad al punto de no retorno.
Manuel Castillero nos
muestra esta impactante obra de realismo simbólico con lecturas de profundo
calado. La verticalidad del Edificio Grassy a punto de desmoronarse (lujo,
elitismo, sociedad consumista), hace que desviemos la mirada hacia la mujer (la
segunda masa vertical de la obra), ataviada con una indumentaria negra que nada
tiene que ver con la vestimenta de los niños y que no es percibida por ellos.
Bien pudiera tratarse
simbólicamente de Gea, la Madre Tierra, reclamando su lugar a la vez que
mostrando con la mirada la dirección que deben tomar los jóvenes, el futuro de
la humanidad, si quieren sobrevivir como especie. Como un personaje “fuerte”,
permanece cerca de los niños no excluyéndolos del futuro del
planeta. No en vano simboliza la madre universal, también conocida como Gaia,
capaz de lograr el equilibrio o simbiosis entre todos los organismos que habitan la
tierra y de actuar, incluso violentamente, cuando ve comprometida su armonía para restablecer el equilibrio.
La pintura de Manuel
Castillero "obliga" a hacernos preguntas, a ver relaciones, a querer saber más. Y esto, sin duda, es lo
que le ha hecho merecedor de este prestigioso premio. Estamos ante una obra que
nos plantea varias cosas: la gran reflexión de cómo nos relacionamos con los otros miembros de
nuestra gran familia en nuestra casa, que es el planeta tierra, y qué
consecuencias puede traernos porque, al final, la tierra siempre devuelve los golpes.
Somos prescindibles. Todos!
Igualmente, puede querer transmitirnos que el planeta tiene sus ciclos naturales, que hemos de comprender, respetar y ser capaces de anticiparnos a sus consecuencias para continuar formando parte del planeta.