Anteayer se hizo entrega de los Premios y Medallas de Honor del Certamen Nacional de Artes Plásticas López Villaseñor, uno de los certámenes artísticos que cada año cobra mayor peso y prestigio de los que se convocan en España, concretamente en Ciudad Real.
De las 180 obras presentadas, entre pinturas y esculturas, el Jurado ha seleccionado las 40 obras finalistas, concediendo tres premios y siete Medallas de Honor. En total, se han repartido 18.000 € en premios.
El pintor Álvarez Cebrián ha recibido Medalla de Honor con este óleo en gran formato, de 114 x 195 cm titulado "Días de agosto (vagón de metro)" obra que podemos ver en la imagen inferior ya expuesta en el Museo López-Villaseñor de Ciudad Real.
Fotografía por cortesía de Álvarez Cebrián |
En la obra podemos apreciar una escena típica, que se produce en todo tránsito de pasajeros al utilizar cualquier línea de metro; situación que bien podría tener lugar al hacer uso de cualquier otro medio de transporte de ámbito colectivo.
En la pintura de Álvarez Cebrián, destaca la fuerte perspectiva del vagón de metro que sirve al artista para profundizar en los diferentes perfiles psicológicos de sus ocupantes.
Utilizando una gama de colores variados, como distintos son los ropajes de los protagonistas de esta escena, correspondiente a lo que podríamos denominar costumbrismo contemporáneo, el artista presenta un escena estática en su plasmación, pero dinámica en su esencia, al tratarse de un viaje en metro.
Esta sensación de quietud pero, a su vez de movimiento se acentúa al tener una panorámica completa del vagón de metro, con su punto de fuga situado al fondo, dándonos a entender cuál es la dirección de dicho medio de transporte.
Deja un testimonio pictórico temporal de lo “que se lleva” cotidianamente en el año 2.013. A la izquierda de la obra, un hombre con camisa y corbata se ha quitado la chaqueta y lee el periódico mientras llega o regresa del trabajo. Más al fondo, una mujer joven va vestida con un traje claro. El resto de los pasajeros visten de manera absolutamente informal: estudiantes, trabajadores….
Por otra lado, es digno de mencionar esa sensación tan extraña que es la soledad en compañía de otros. Todos la hemos sufrido, en mayor o menor medida, al hacer uso en este caso del metro, como también se padece en el autobús, el tren, etc. En el vagón se respira una atmosfera de vacío, de falta de comunicación entre los distintos viajeros; cada uno va absorto en sí mismo, escondiéndose detrás de un libro, con los oídos tapados por unos auriculares, o bien con la mirada perdida.
Con el punto de fuga bien marcado y utilizando una paleta de colores nada estridentes, este momento de cualquier día de agosto dentro de un vagón de metro, demuestra acertadamente tanto pictórica como técnicamente una situación cotidiana de la grandes ciudades convertida en obra de arte.
La Exposición con las 40 obras se inaugura hoy 20 de diciembre en el Museo López Villaseñor, y permanecerá en las salas de exposiciones temporales durante el mes de diciembre.
El Museo está ubicado en la C/ Reyes, nº 11 y acoge importantes exposiciones temporales a lo largo del año. Los lunes está cerrado.
En la pintura de Álvarez Cebrián, destaca la fuerte perspectiva del vagón de metro que sirve al artista para profundizar en los diferentes perfiles psicológicos de sus ocupantes.
Utilizando una gama de colores variados, como distintos son los ropajes de los protagonistas de esta escena, correspondiente a lo que podríamos denominar costumbrismo contemporáneo, el artista presenta un escena estática en su plasmación, pero dinámica en su esencia, al tratarse de un viaje en metro.
Esta sensación de quietud pero, a su vez de movimiento se acentúa al tener una panorámica completa del vagón de metro, con su punto de fuga situado al fondo, dándonos a entender cuál es la dirección de dicho medio de transporte.
Deja un testimonio pictórico temporal de lo “que se lleva” cotidianamente en el año 2.013. A la izquierda de la obra, un hombre con camisa y corbata se ha quitado la chaqueta y lee el periódico mientras llega o regresa del trabajo. Más al fondo, una mujer joven va vestida con un traje claro. El resto de los pasajeros visten de manera absolutamente informal: estudiantes, trabajadores….
Por otra lado, es digno de mencionar esa sensación tan extraña que es la soledad en compañía de otros. Todos la hemos sufrido, en mayor o menor medida, al hacer uso en este caso del metro, como también se padece en el autobús, el tren, etc. En el vagón se respira una atmosfera de vacío, de falta de comunicación entre los distintos viajeros; cada uno va absorto en sí mismo, escondiéndose detrás de un libro, con los oídos tapados por unos auriculares, o bien con la mirada perdida.
Con el punto de fuga bien marcado y utilizando una paleta de colores nada estridentes, este momento de cualquier día de agosto dentro de un vagón de metro, demuestra acertadamente tanto pictórica como técnicamente una situación cotidiana de la grandes ciudades convertida en obra de arte.
Antonio Serra Junior
La Exposición con las 40 obras se inaugura hoy 20 de diciembre en el Museo López Villaseñor, y permanecerá en las salas de exposiciones temporales durante el mes de diciembre.
El Museo está ubicado en la C/ Reyes, nº 11 y acoge importantes exposiciones temporales a lo largo del año. Los lunes está cerrado.
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